twitter mail
Hace ya algún tiempo que iniciamos la historia esta de #periodistasNAV y me alegro mucho de que se pueda llevar a cabo una iniciativa que algunos teníamos metidos entre ceja y ceja hace tiempo. Se trata del curso sobre identidad digital e iniciación en redes sociales para periodistas.
El primer curso será el sábado 16 de abril y estaremos poco más de diez personas. La cifra estaba cerrada en torno a diez y se ha conseguido. Es sábado por la mañana y hay gente que no le viene bien, por lo que ya esperamos vuestras propuestas de fechas para organizar un segundo curso con el mismo tema.
La verdad es que estoy muy contento de que haya salido el tema adelante, por lo que quiero agradecer el esfuerzo que han hecho varias personas. Rafa Aguilera y Diana González han sido un poco "ideólogos" del asunto y quienes han puesto la maquinaria en marcha. Borja Mora, desde el Consejo Audiovisual de Navarra, nos he tendido una mano muy generosa y tenemos que agradecerselo sin duda.
Y como el curso va a ser en Civican, no podemos olvidarnos del siempre pendiente Iñigo Alli, que nos pone a disposición su casa para que tengamos un lugar apropiado para realizar el curso como es debido.
Si tenéis alguna inquietud diferente o creéis que se podría organizar otros cursos con otros temas, por favor, escribid aquí y vamos a intentar moverlo. Se trataba esta vez sólo de que supierais quiénes han puesto su granito de arena para que podamos reciclarnos en estas lides de internet y las redes. Muchas gracias a todos.

El Continente viejuno y cobarde

Una vez más, Europa en su conjunto vuelve a sobresalir pero para mal. Sus líderes no terminan de encontrar una respuesta común a la revuelta árabe producida en su frontera sur. Su sociedad, por otro lado, con un sentido de la desconfianza desarrollado hasta el límite, salta ante cualquier elemento percibido como peligroso o, al menos, como una amenaza para nuestro estado natural de siesta. Y otros se lo llevan crudo...


Siempre se ha comentado la dificultad que entraña a un periodista el mundo científico. Sobre todo, hay una triple barrera que hay que sortear: hay que entender la información, asumirla y luego trasladarla. Bien es cierto que este viaje interior se complica si, además, el interlocutor muestra una completa incapacidad para "traducir" o, al menos, aclarar el objeto de sus investigaciones.

Si a estos problemas, unimos nuestro mundo, cada vez más intercomunicado y globalizado, sería bueno reflexionar sobre qué información se ofrece y, sobre todo, si esa noticia está bien referenciada y tiene relación con lo que realmente está pasando. No parece que sea este el caso ya que ha sido todo un Comisario Europeo de la Energía el primero que ha hecho dejación de sus funciones para ponerse al frente de la manifestación de los 'milenaristas'.

Porque, como muy bien señala en 400 Kilómetros Carlos Gracia, que para eso es astrofísico y sabe del tema, asusta los errores de bulto que contienen muchas de las informaciones que tienen su origen en la central nuclear de Fukushima. Tal vez, el más grave de todos ellos es que hemos llegado a un punto en el que no sabemos distinguir y usamos de forma indistinta "fusión nuclear" con "fusión del núcleo".

Nada tiene que ver lo uno con lo otro. Gracia nos recuerda que la primera consiste en una reacción por la que dos átomos se fusionan para generar uno más grande. Por el contrario, lo que ocurre en Japón es que la vasija de hormigón, es decir, la estructura que acoge las reacciones nucleares puede literalmente derretirse porque los sistemas auxiliares que se encargaban de su refrigeración han sido destruidos por el maremoto.

No hay posibilidad de explosión en Fukushima. Sin embargo, parece como si lo estuviéramos esperando. La población del Viejo Continente se ha instalado en una especie de psicosis colectiva que demuestra dos hechos. Primero, que no solo formamos un grupo avejentado en términos de edad. También lo somos en mentalidad.
 
Por  otro lado,  en una nueva situación de crisis, los gestores de los principales medios han decidido, de nuevo, acudir a las viejas recetas e incrementar sus 'magras' ventas por la vía rápida del sensacionalismo. Pues nada. Cunda el alarmismo y la sinrazón que, así, seguro que nos irá muy bien. Saludos y buen jueves
top